martes, 28 de mayo de 2013

Searching for Soulmates.

Y me dejé llevar, y no pensé en las consecuencias.
Dejé fluir la vida entre los dedos de los pies.
Y sonreí de lado, preguntándome si no lloramos a veces por reír, y  reímos a veces por llorar.
Porque en el fondo sólo buscamos un alma amiga, que nos arrope en noches frías de primavera.
Un alma que mire y entienda, que sin palabras demuestre que merece la pena.
Y ansiamos tanto ese querer, ese estar a gusto sin quererlo si quiera, que buscamos donde no debemos la respuesta a las preguntas que se nos plantean.
Y a veces preguntamos demasiado a la vida, cuando a ella es muda y silenciosa y tan sólo sabe hablar el idioma de las sutilezas.
Y somos ciegos muchas veces, ignorando las certezas que se nos plantan frente a la mirada esquiva y distraída, parca en destreza.
Y somos tontos por pensar que la existencia es insípida y vacía.
Y tan sólo esperamos a que ese alma que tanto ansiamos llegue y nos rescate del abismo,
nos abra los ojos al mundo vivo y nos empuje a que la nuestra viva.


domingo, 19 de mayo de 2013

''De mariposas a gusanos.'' por Cata Aróstegui


De los gusanos, salen mariposas.
Y nunca pensé que esas mariposas, 
que se sienten tan dentro,
comerían mis entrañas, 
reduciéndome a un cuerpo que sólo respira,
por seguir echándole de menos.

Y es su pasividad lo que me descoloca,
me desordena como a un puzzle,
que ha perdido ya demasiadas piezas,
para conservar los colores de sus dibujos,
reduciéndome a un cuerpo que sólo respira,
por intentar echarle de más. 


De mariposas a gusanos... 
Y qué locura la mia,
intentar romper esta cadena evolutiva
con la misma facilidad con la que él,
rompe todos mis esquemas.

Y te busco,
en el pasado en el presente y en el futuro
y me revienta...
Que el mañana,
cuando se personifica
es muy rastrero.
Y el pasado,
cuando lo hace,
es demasiado acaparador.
Pero el presente nunca satisface,
no nos damos cuenta,
de que este presente,
mañana sera ese pasado
que tanto nos seduce.

Pero lo que más atrapa,
es buscarte en los tres putos tiempos,
como quien pasea por la fina línea,
que separa la realidad del sueño.
Haciendo equilibrios
para no caer en la soledad más cruel
por esa línea tan frágil como mi aliento,

Y mi aliento,
ya no remueve las hojas de los árboles,
ni tampoco revuelve su conciencia,
ni apaga esas llamas, que son pequeñas
pero que, joder, lo que queman...

Ni siquiera calientan mis manos,
como lo hacían sus caricias,
ni enfría el café por las mañanas.

Mi aliento ya,
no tiene otro fin que el de susurrar
estos versos sin sentido.
Por que, ¿de qué sirve el sentido
si no es el del gusto,
para provar nuevas utopías?



martes, 7 de mayo de 2013

Que no todo duela más...



Y muchas veces, estuvimos solos.
Los días, sosegados pero a la vez vacíos

Diciendo que éramos algo que realmente no somos.
Pero esta noche no, esta no.

Somos dueños de esta historia y de un pequeño pedacito de universo medio en ruinas, descosido bajo las miradas frías. 

Y muchas veces, no entiendo del todo lo que dices.
Pero tus ojos dicen ''Ven'' y yo no opongo resistencia a esos matices. 
Me dejo llevar por el compás que marcan tus delirios.
Me dejo atrapar en el sabor de tus versos líricos. 

Porque, al fin y al cabo, somos dueños de una historia que se borra y se reescribe demasiadas veces, de noches en un nicho que nos oprime.

Y lo único que me salva es tu aliento en mi oído, 
susurrándome palabras que desafían el peligro. 
Alentándome a que siga blandiendo batallas contra muros de cristal.
Sin quererme, pero haciendo, que no todo duela más.

miércoles, 1 de mayo de 2013

De cuando nos pusimos perdidos a versos.



Te miro. Me miras. Bajo la vista y te sonríes.                                                                                              

Me muero, del gusto; cuando me observas y te ríes.

Y lentamente tus pupilas, jugando a desvestirme sin tabúes.

Trazando caminos tus dedos, por la curva de mis raíles.

Te crees Delibes, jugando con palabras;

cuando realmente no sabes ni de lo que escribes.


                                         
No tengo miedo al miedo, pero si al frío

de esos abrazos que se dan cuando el corazón está desprevenido.

Y lentamente tus caricias, jugando como niñas entre mis cosquillas.

Haciendo de mis vidas, delicias de noches y días.